Victoria Boutenko y sus 12 pasos para terminar con la adicción a la comida procesada | PRIMER PASO

Leí el libro «12 Steps to Raw Foods» (12 pasos a la comida cruda, cómo terminar con tu adicción a la comida procesada). Nada me había ayudado tanto con la bulimia.
Sí, hay muchas cosas que Boutenko escribe que no me llegan, pero en este libro encontré muchísimas respuestas.

Primero quisiera explicar para aquellas o aquellos que no están familiarizados con el tema, que la mayoría de los grupos de apoyo en adicciones (Alcóholicos Anónimos, Fumadores Anónimos, Comedores Compulsivos Anónimos, etc), están basados en 12 pasos para salir de la adicción.

Estos doce pasos son bastante exitosos para la mayoría de los participantes de estos grupos. Yo fui a un grupo de CCA y en algo ayudó.

Boutenko, inspirada en estos 12 pasos, escribió su libro para salir de lo que ella llama «adicción a la comida procesada» (o cocida). Voy a escribir los pasos en diferentes posts. En este, vamos a ver el paso número uno.

Lo primero es lo primero… ¿Qué son las adicciones?

El otro día hicimos un grupo debate sobre este tema. A esta misma pregunta, la respuesta fue parecida: es algo que no queremos hacer, pero no podemos dejar de hacer.

Empecé a fumar tabaco cuando tenía 13 años. En mis últimos años de fumadora, fumaba 40 cigarrillos promedio al día. 40 !!! Uff… imagínense el tiempo que eso consumía. Cuando dejé de fumar en el año 2007 no dejé de fumar porque me molestaba lo «insalubre» del cigarrillo (nadie niega que no sea sano); tampoco me importaba cuánto gastaba (aunque claro, no tenía plata de sobra). En aquel momento no pensaba en que los cigarrillos son testeados en animales no-humanos, pero dudo que hubiera dejado de fumar como protesta a la industria tabacalera en general; hubiera cambiado de marca a una que no testeara. A mí lo que me molestaba era la esclavitud de la adicción.
El cigarrillo tocaba cada parte de mi vida. Desde que me levantaba hasta que me acostaba mis acciones estaban limitadas por el cigarrillo.

Siempre preocupada de si tenía suficiente tabaco. De si se podía o no fumar allí a donde iba. Cuando iba al cine no veía la hora de que termine la película para salir a fumar un pucho. Cuando estaba de visita en algún lado era la única boluda que tenía que salir al frío checo para obtener una dosis de nicotina.

No era que el cigarrillo era una compañía placentera de mis actividades. Mis actividades eran una intrusión a mis momentos de fumadora. O algo así.

Cuando me liberé de la adicción, uffff… ahí empezó mi viaje por la liberación personal. Me di cuenta de mi adicción a otras cosas.
Me di cuenta de mi personalidad de adicta… tenía adicción a las relaciones, a la comida, al cigarrillo, etc etc.

Cuando uno descubre la dinámica de las adicciones en un área específica (en mi caso, el cigarrillo), después eso ayuda a reconocerla en otras áreas de la vida.

La adicción a la comida procesada no es conocida y no está socialmente aceptada como existente. Cuando un adicto a la comida cocida manifiesta su adicción, recibe miradas incrédulas, risas, ataques, etc. Yo creo que esto es un sistema de defensa inconsciente: reconocemos ciertos síntomas de adicción en nuestra propia vida, pero nos haría de alguna manera daño verlos, entonces saltan las defensas.

Hay varios tipos de adicción a la comida procesada (procesada, porque la mayoría no tiene ansiedad por comerse una manzana, sino por comerse un chocolate). Aquí encontré en español algo que puede ayudar a comprender los tipos de adicción: http://www.conscienciaviva.com.ar/clases/cuatro-niveles.html

El nivel de adicción emocional se puede tener por cualquier tipo de comida. Es por eso que muchas personas que no consumen comida procesada siguen padeciendo de adicción, pero emocional.

Eso puede explicar porque muchas personas dicen tener dificultades para dejar ciertos productos procesados. Al rodearme de gente que rechaza el especismo (lo que en la práctica significa, entre otras cosas, que no consume productos que provengan de la explotación de animales no-humanos (los humanos somos también animales)) escucho a varias personas decir lo que les costó dejar de consumir productos lácteos. Hasta que no leí sobre la posible existencia de adicción a alimentos procesados, no se me había cruzado por la cabeza que algo así era posible. Pero ahora que lo pienso, ¡es clarísimo!. Y esta dificultad de erradicar la leche de otras especies de nuestra alimentación, incluso teniendo un motivo tan fuerte como es el rechazo a la opresión de esas madres a quienes se les explota por la leche; es una prueba clarísima.

El querer y no poder es una prueba clarísima.

Hay varios cuestionarios en el libro de Boutenko; y hay uno cortito que me pareció muy directo:

1) ¿Intentaste alguna vez dejar de comer algún tipo de alimento en especial? (pan, bollos, chocolate, carne, pochoclos/palomitas de maíz, helado, café, queso, yogures, azúcar, etc) SÍ / NO
2) ¿Intentaste dejarlo más de una vez? SÍ / NO
3) Sí respondiste «sí» a la pregunta anterior, ¿podrías intentar explicar por qué tuviste que hacer más de un intento?

Aclaro que, personalmente, no voy a por el «si no es sano, hay que rechazarlo». Es decir, mi meta personal no es dejar de consumir productos procesados porque adoro la salud. No aplico el veganismo en la forma en que me alimento porque piense que sea algo sano, sino porque pienso que es lo único coherente hablando de justicia. Quizás es bueno repetir de vez en cuando que el veganismo no es una dieta ni sus motivos están relacionados con la salud de los animales humanos. El veganismo es una filosofía que se basa en el respeto a todos los animales sintientes, que no somos solo los humanos. Y se le llama así también a la práctica de dicha filosofía, en diferentes ámbitos: entretenimiento, vestimenta, alimentación, etc. En este blog se habla específicamente del ámbito alimenticio; y únicamente porque la bulimia puede influenciar nuestra actitud al respecto, pero NO porque la bulimia esté relacionada con el veganismo en algún sentido. Espero esto sea claro…

Uno de mis motivos para combatir la bulimia es el tiempo que consume en mi vida este problema. Quisiera poder usar ese tiempo en cosas más constructivas. Quiero ser dueña de mi tiempo, no quiero que algo externo me controle a tal extremo que me deje inactiva por días, semanas, meses; contra mi voluntad… como a veces me pasa con la bulimia.

No estoy tachando a quienes adoran la salud de nada. Me parece perfecto que haya personas que quieran vivir lo más sanamente posible. Yo tengo otras prioridades en este momento.

Todo o Nada: Cómo lograr prevenir, antes que curar, cuando hablamos de adicciones.

Hay dos tipos de comedores:
– Los normales (en busca de una palabra mejor)
– Los compulsivos

Los normales comen cuando tienen hambre. Dejan de comer cuando están saciados. No tienen pensamientos intrusivos sobre comida. No resuelven nada extra referente a la comida. Comen y punto. Si consumen sin hambre, por el placer que le da cierta comida, no les produce angustia, culpa, ni los deja pensando en cómo «limpiarse».
Los compulsivos tienen una relación obsesiva con la comida. Comen, no cuando tienen hambre, sino cuando quieren tapar otras cosas: miedo, angustia, dolor, soledad, ansiedad, aburrimiento, etc. Cuando comen alguna comida «negativa», se sienten culpables y no dejan de pensar en cómo «limpiarse». Cuando no están comiendo, la comida forma parte de sus pensamientos. Sus planes giran en torno a la comida.

Esto es evidentemente diferente para cada persona. Algunos comedores compulsivos no están TODO el tiempo pensando en comida. Otro sí.

Podemos poner un ejemplo claro de adicción para hacer una comparación. El tabaquismo es todavía socialmente aceptado. El alcoholismo no. Entonces usemos ese ejemplo:

Yo no soy alcohólica. Por eso, puedo pasar una semana completa emborrachándome con amigos y luego la semana siguiente no pensar en alcohol, no desear alcohol. Es decir, no tengo una relación obsesiva con el alcohol. Puedo consumirlo sin que me haga ningún daño sicológico. No soy bebedora compulsiva.

Ahora los alcohólicos tienen otro problema. Si consumen medio vaso de vino, ya no pueden parar sin sentir privación. Cuando no están tomando alcohol, piensan en el alcohol. Tienen pensamientos intrusivos sobre el alcohol. El alcohol los llama. Para ellos es todo o nada: o toman alcohol siempre o no toman alcohol nunca. Un alcohólico recuperado incluso por años no puede disfrutar de un vaso de cerveza como yo; porque caen otra vez en el alcoholismo. Son bebedores compulsivos.

Entonces… está esa regla para quienes, lamentablemente, somos adictos a algo: no existe tal cosa como «un poquito nada más», «solo por esta vez». Es todo o nada.
Es o fumo del todo o no fumo nada. Conozco personas que fuman de vez en cuando, cuando están en fiestas… y no sufren. Una característica de estas personas es que nunca en su vida fueron fumadores.

Los que fuman de vez en cuando pero fueron fumadores alguna vez en el pasado, es porque se están controlando. Necesitan usar lo que llaman «la fuerza de voluntad».

Cuando estuve en Madrid en diciembre del 2010 probé un cigarrillo no porque lo quisiera, pero para evitar posibles ataques de bulimia. A ése le siguió otro, otro, otro, otro… y ya estaba enganchada otra vez. Y tuve que hacer nuevamente ese curso realmente efectivísimo (http://www.comodejardefumar.com/), que había hecho en 2007. Y ahora nuevamente es como si nunca hubiera fumado en mi vida. No lo extraño. No lo necesito. No pienso en el cigarrillo. No invade mis pensamientos. Ni me acuerdo… Pero sé que no existe tal cosa como «una pitada» para mí.

Para el adicto no existe la «fuerza de voluntad». La fuerza de voluntad es una ilusión. ¿Cómo alguien puede «aguantar» 1440 minutos al día algo que le llama con tanta fuerza? ¡Se volvería loca esa persona! Si un pensamiento nos ataca constantemente y tenemos que «con fuerza de voluntad» aguantarlo, ¡no sobreviviríamos! | La única forma de terminar con esos pensamientos intrusivos es eliminar la fuente de esos pensamientos de nuestras vidas. Si somos adictos al cigarrillo, la única forma de ser no fumadores felices es dejando de fumar 100%… sin tener el «de vez en cuando» que nos mantiene en un círculo de «fuerza de voluntad» que nos destruye de cansancio emocional.

¿Cómo reconocer en qué grupo estoy?

El cuestionario de Victoria Boutenko en su libro: «12 pasos a la comida cruda, cómo terminar con tu adicción a la comida procesada», nos da una ayudita para que empecemos a notar señales de compulsión. La clave está en conocerse a uno mismo. Intentar derribar el obstáculo más grande: la negación.

Responder o no. En caso de que la respuesta sea «a veces», «quizás», «de vez en cuando»; responder .

Escribo en género masculino, pero el cuestionario es para todas y todos.

  1. Si no tenés hambre, pero alguien te ofrece tu plato favorito, ¿aceptás la oferta?
  2. Si sabés que no te hace bien comer antes de ir a acostarte, pero hay preparado tu plato favorito, ¿lo comés?
  3. ¿Comés más de lo normal cuando estás estresado?
  4. ¿Seguís comiendo hasta que tu estómago está completamente lleno?
  5. ¿Comés cuando estás aburrido?
  6. ¿Notás por la calle carteles de restaurantes, aún cuando no tenés hambre?
  7. Si te ofrecen ir a una cena gratis, ¿aceptás siempre la oferta?
  8. ¿Comés de más, a menudo, en los buffets libres?
  9. ¿Rompiste alguna vez una promesa a vos mismo de que no ibas a comer antes de ir a dormir?
  10. ¿Te gastarías los últimos 10 euros en tu comida favorita?
  11. ¿Te premiás con comida por cosas que salen bien?
  12. ¿Preferís comer de más cuando hay comida que podría expirar? (en vez de tirarla, etc)
  13. Si sabés que comer algo que te gusta te va a hacer sentir muy mal después, ¿lo comés de todo modos?

Si respondiste a 3 o más preguntas con un «sí», puede que estés en el grupo de «comedores compulsivos». Pero no te asustes, si notás algún síntoma de compulsión en vos mismo, no te juzgues ni te sientas mal o culpable. Se puede salir de esta y de todo tipo de adicción. Seguí investigando. Seguí mirándote. Seguí conociéndote.

Ya pasaste el primer paso:  admitir que no tenés control sobre la comida, que hay algo que te hizo perder control de tu vida.

Y ésa no es una prueba de debilidad que nos hace inferiores.

Admitir nuestras debilidades, es una de las cosas que más fortaleza requiere.

¡SEGUÍ ASÍ!

Pronto escribo sobre el paso número dos.

10 comentarios

  1. 15 marzo, 2011 a 11:21

    […] es para mí la más efectiva. Pero en mi vida. Esta técnica me ayudó muchísimo. Ya escribí el primer paso para poder realizar esta técnica, pronto escribo el […]

  2. claudia said,

    9 julio, 2011 a 15:27

    hola
    Primero ante todo , gracias por el amor por transmitir tan efectivamente de que trata el libro .Excelente el resumen , me sirvio mucho , ya que me gustaria tener el libro pero no lo he conseguido .
    Quisiera saber si esta en español .
    gracias gracias por tu blog ,
    impecable
    claudia

    • skailish said,

      10 agosto, 2011 a 13:37

      Hola Clau ! Tengo que retomar el blog… esto de la bulimia hace de mí una persona totalmente impredecible y cambiante… nunca me comprometo con nada. Pero bueno, aquí estoy otra vez… espero pronto volver a poner más sobre los libros de Boutenko.. son geniales. Todos.
      Creo que el libro no está en Español… al menos yo no lo encontré.. Es una pena, porque es realmente una buena lectura.
      Un abrazo grande

  3. claudia said,

    12 agosto, 2011 a 11:31

    Hola ! bueno avisame cuando vuelvas al blog .
    contame un poco , lo q comias o comes actualmente crudivegano ,
    seguis crudivegana?
    Me gustaria saber si nos podemos conocer mas en el facebook o llamarte por te .
    abrazos
    clau

    • skailish said,

      19 agosto, 2011 a 21:24

      hola clau
      como muchas verduras de hojas verdes como espinaca, por ejemplo.
      es bueno siempre cambiar
      mi plaato favorito, semicrudo, es con papel de arroz (lo único cocido), se hace una pasta de avocado /palta con tomate, cebolla de primavera, y zanahoria… y todo lo que quieras ponerle crudo… yo le pongo solo esas cosas. Esa pasta la mezclas con hojas secas sin triturar de espinaca… Mojás el papel de arroz y hacés rollitos con el contenido… quedan ESPECTACULARES… y son 99% crudos :)
      y tenés mucho verde, que es bueno

    • skailish said,

      19 agosto, 2011 a 21:24

      podes escribirme a queerprague@gmail.com, si queres charlar

  4. claudia said,

    20 agosto, 2011 a 5:55

    holaaa , sii sabes q hace unos dias las compre los papaeles de arroz porque lo lei en tu blog , asique las compre .
    Estan muy buenas
    PERO MI PROBLEMA CON EL CRUDIVEGANISMO , ES que lo hago bien
    pero no puedo cortar con las harinas ( las galletas de aqui de suecia
    las famosas knäcbröd) famosas ya que hace años q escuchaba hablar de ellas la galletas saludables de los suecos .
    BUENO ESA ES MI PIEDRA EN EL CAMINO AHORA .
    BUENO PARA CADA VEZ MEJOR , CREO YO

    • skailish said,

      20 agosto, 2011 a 7:58

      la regla de las adicciones (y la adicción a las harinas es muy fuerte) es la del todo o nada. Cuando me di cuenta de que era adicta a las harinas, dejé de consumirlas en cualquier forma… y Boutenko tenía razón, cuando no hay nada que impulse el síndrome de astinencia, este no existe… y la abstinencia no se siente.
      Por eso, cuando dejás de consumir harinas en cualquier tipo (pan, pastas, galletas, etc), tu cuerpo no te va a pedir harinas.
      A mí me funcionó… intentalo. Sé que las harinas son las más difíciles de erradicar porque están en todos lados… pero intentalo por unos días.. y vas a ver la diferencia.
      Siempre pongo la comparación del adicto al alcohol: no se puede tomar «una copita y ya está»… cuando empieza, no para. Así que es todo o nada: cero alcohol, o exceso de alcohol.
      Un abrazo Clau— y seguí escribiendo!

  5. claudia said,

    20 agosto, 2011 a 9:42

    SII TAL CUAL ! DESPUES Q lo escribi , me di cuenta y me acorde .
    ji ji. Muchas veces estuve sin comer harinas , y felicidad total .
    Pero ya sabes , luego , bla bla bla , .
    GRACIAS GRACIAS GRACIAS POR responder ,
    (una pregunta : en la vida crudivegan , la avena se usa?)

  6. Guada said,

    22 febrero, 2014 a 22:56

    bulimia y veganismo! realmente necesito de este blog, soy una vegana no saludable, desde que deje los alimentos de origen animal comence a comer mucha harina sobre todo pan, pero no fue solo por eso, en su momento el pan me sirvió también para «tapar» angustias y luego se fue haciendo una adicción, lo reconozco, soy adicta a las harinas ya que he intentado incontables veces salir y vuelvo a caer en lo mismo, es como vos decís es todo o nada, realmente no nos podemos controlar, mi entorno no me ayuda para nada, pero seguiré intentando, muchas gracias por crear este blog, mucha gente necesita compresión y es tan dificil en estos casos, saludos y exitos


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